Charlatanería en la Educación
El presente artículo es para
expresar el profundo malestar que me ocasiona escuchar tanta charlatanería en
la educación peruana. Como el denominar pomposamente “Diseño Curricular
Nacional de Educación” al programa de estudios, repetir acríticamente la frase
“aprender a aprender”, o insistir en las inacabables virtudes de las TICS para
una escuela en crisis.
La insoportable solemnidad de los
discursos docentes y el culto al burocratismo educativo, conforman esa
charlatanería que tanto daño nos hace en la educación pública.
Ejemplo de ello es la desastrosa
conversión de las “asignaturas” a “áreas de enseñanza”, con el pretendido
objetivo de alcanzar una integración de conocimientos, que ni siquiera logra el
docente medio.
La miopía, ignorancia y
mediocridad de los funcionarios educativos, hacen que se privilegie un vacio
discurso pedagógico sobre cualquier intento real de mejoramiento del
conocimiento disciplinar de cada maestro.
Es casi una experiencia
surrealista observar una clase de la escuela pública. Un docente lleno de
instrumentos y cada momento de la clase parametrado (motivación, proceso,
metacognición, etc), así como una
dotación inagotable de papeles del ministerio. El resultado, un nuevo ejemplo
de barroquismo ineficaz y marcado desconocimiento de la disciplina a enseñarse.
Ni siquiera puede hablarse de
“crisis de la enseñanza de las ciencia sociales” (por mencionar un ejemplo),
porque para ello debe haberse enseñado realmente ciencias sociales en la
escuela. Lo que tenemos diariamente en las aulas son meras pantomimas, donde se
habla de personas del pasado o una geografía menos que elemental.
La charlatanería docente, se
solaza hablando de “constructivismo”, aun cuando jamás leen a Piaget. También
atribuyen todo el mal al “memorismo”, aun cuando todo proceso de aprendizaje
incluye la memoria.
Estos señores de ufanan de su
pericia burocrática para planificar una “sesión de aprendizaje”, pero
demuestran ignorancia total de sus disciplinas cuando son evaluados. Proclaman el
“aprender a aprender”, pero son los primeros en evitarlo. Descuidan
sistemáticamente su autocapacitación, la cual consiste en empezar a leer algo
más que el manual escolar.
La escuela es un espacio vivo,
pero ellos lo convierten en algo estático o muerto. Se quejan de la ignorancia
de los alumnos, pero no cuestionan la poca profundidad de sus conocimientos
disciplinares. Proclaman la creatividad como bandera, pero se repiten cada año
a sí mismos con sus clases. Se
enorgullecen de sus maestrías de educación, pero aportan nada a la verdadera investigación
educativa; finalmente, esperan ser reconocidos, cuando ni siquiera son profesionales
eficientes, como lo demuestran las evaluaciones nacionales.
Si usted docente, que lee esto,
cree categóricamente que no es su caso, le expreso mi más profundo respeto, sé
que hay muchos profesores en mi país que van contra la nefasta corriente que
aquí denuncio. Pero si usted se siente aludido, espero que su honestidad,
orgullo y capacidad de mejora (personal y profesional), lo lleven a un cambio
real.
Eddy Walter
Romero Meza. Licenciado en Educación por la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, con especialidad en Ciencias Sociales. Presento la tesis “Nociones de tiempo cronológico y tiempo
histórico para la comprensión de los contenidos de historia”. Interesado en
temas de didáctica de las ciencias sociales y promoción ciudadana. Es
integrante fundador de la Asociación Educativa y Cultural Educrítica. Actualmente
se desempeña como profesor de historia, entrenador de debate y capacitador en
proyectos de ciudadanía y democracia. Contacto: eddyromeromeza@gmail.com
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